Soy enfermero y estoy orgulloso de mi profesión
Hoy han publicado en El Periódico una carta al director que les envié, es fruto de una reflexión sobre la profesión enfermera, mi profesión, y que merece un respeto y consideración que a veces no es tenido en cuenta.
http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/soy-enfermero-estoy-orgulloso-profesion-43613#
A lo largo de la vida hay situaciones que no te planteas hasta que suceden, y estos días me he dado cuenta que mi profesión, que ejerzo con orgullo y dedicación, es una de las profesiones de que deberíamos potenciar más,no solo los que nos dedicamos a ella sino la sociedad en general.
Las enfermeras y enfermeros están (estamos) al lado de nuestros pacientes las 24 horas del día, los 365 días del año, aporándoles una amplia gama de cuidados, desde los más técnicos a los que se englobarían bajo el epígrafe de apoyo emocional.
Un enfermero o enfermera es alguien que está a tu lado cuando estás en un ambiente que no es el tuyo (limitándome al entorno hospitalario), un ambiente para la inmensa mayoría de la población considerado hostil: catéteres, sondas, drenajes, tratamientos invasivos que dejan un personalidad en un segundo plano. Esa enfermera que se aproxima a tu cama sea la hora del día que sea es quién va a velar por tu salud, por tus cuidados, por tu seguridad.
Una paciente me dijo: "Ustedes cuidan a las personas que tienen ingresadas como si se tratase de sus madres". Y cada vez me reafirmo en ello. En el mundo de la salud, los grandes protagonistas que llenan las noticias en la prensa son los médicos, y no voy a negar ese protagonismo, ya que son parte importante del sistema, pero las enfermeras están (estamos) para prestar todo lo que anteriormente he citado: cuidados, técnicas, soporte emocional...
Ya no se trata de saber colocar una vía en condiciones, hacer unaextracción sin causar dolor, ni administrar una medicación según el protocolo. Una enfermera (o enfermero) te tiende la mano, hace que confíes en él o ella porque en ese momento de soledad, de enfrentarte al miedo del ingreso hospitalario, es quién va estar a tu lado permanentemente.
En estos días he visto el verdadero valor de la profesión que llevo ejerciendo desde hace más de 30 años y me he sentido orgulloso de mis compañeras, que me han hecho convertirme en mejor enfermero. Gracias a todas ellas por mostrarme este camino de mejora continua, por el beneficio de nuestros pacientes, que en este caso ha sido también el mío.
Las enfermeras y enfermeros estamos aquí, y es preciso visualizar nuestro trabajo. Que la sociedad nos lo reconozca mucho más allá del estereotipo de ayudantes del médico, ya que tenemos nuestro propio rol y este traspasa esa línea entre paciente y profesional.
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