jueves, 10 de septiembre de 2015

Post invitado: ¿Quieres tener más éxito? Haz menos

¿Quieres tener más éxito? Haz menos

Esta colaboración nos la envía Katia Aguayo N, @kattiaan  Enfermera Jefe Administrativa de Clínica Alemana de La Dehesa. Santiago de Chile

Nos hace llegar esta entrevista con Greg McKeown (acceso a su web)


Katia Aguayo N


Más productividad, menos estrés, más alegría: Con esta frase el consultor inglés Greg McKeown resume las promesas de la filosofía que bautiza su más reciente best-seller, “Esencialismo: la disciplinada búsqueda por menos”.
Más productividad, menos estrés, más alegría: Con esta frase el consultor inglés Greg McKeown resume las promesas de la filosofía que bautiza su más reciente best-seller, “Esencialismo: la disciplinada búsqueda por menos”.
El profesional “esencialista”, explica McKeown, es aquel que ve claramente la diferencia entre lo desnecesario y lo indispensable.


Greg McKeown


La teoría es simple: al decir no a tareas irrelevantes, usted invierte toda su energía en sólo aquello que es esencial. Como resultado, su desempeño va para las alturas.
La práctica puede ser más complicada, sin embargo McKeown, reconocido como uno de los “Jóvenes Líderes Globales” por el Fórum Económico Mundial, busca practicar lo que predica.
Para escribir el libro trabajó por 9 meses en “modo monje”, aislado en un escritorio privado en el patio trasero de su casa en Menlo Park, California.
Escribía sin distracciones desde las 4 de la mañana hasta el medio día, pero hacia intervalos, dormía 8 horas por noche y tenía tiempo para mis hijos. Fueron meses muy felices”, cuenta el autor en entrevista telefónica a EXAME.com.
La capacidad de concentrarse en lo esencial, defiende el británico, es el secreto para el éxito en un mundo hiperconectado y cada vez más saturado de informaciones, opiniones y tareas.
Adjuntamos un fragmento de la conversación exclusiva con McKeown, que entró en la lista de los autores más leídos en 2015 según el periódico “The New York Times”


EXAME.com: Muchos profesionales se sienten sobrecargados e improductivos. ¿Qué explica esta paradoja?
Greg McKeown: En la última década, la humanidad se encontró con una explosión de posibilidades. Y más allá, también se creó un exceso en la oferta de opiniones sobre todos los asuntos en Internet. Frente a esto, las personas están dejando de ser selectivas, intentan hacer un poco de todo. El resultado es que sienten que siempre están trabajando y que siempre están atrasadas.
E: ¿Entonces el problema no es la falta de tiempo, sino la dificultad de tomar decisiones?
G. Mc: Exactamente, existen recursos finitos que pueden ser encajados en posibilidades infinitas. Ahora, cuando usted es funcionario de una empresa, ¿qué espera de su CEO? Que él tome decisiones estratégicas e invierta en aquello que puede hacer crecer a la empresa. Pero aquí está una provocación: como CEO de su propia vida, será que usted está asignando sus propios recursos de forma inteligente?
E: Eso permite “hacer más con menos”, ¿un lema típico del discurso corporativo actual?
G. Mc:Permite hacer menor, de mejor manera. Esas son tres palabras mágicas del esencialismo: “Menos, más mejor”. No es sólo una frase bonita para recordar de vez en cuando, es toda una filosofía de vida y carrera. Ella evoca el poder de usar mejor los recursos de los que dispone.
E: Hacer menos no es, de cierta forma, contrariar una norma cultural del mundo empresarial, que normalmente premia el hacer más?
G. Mc: Sí, el esencialismo es una especie de contracultura. Pasé el último año trabajando en esa filosofía en diversos países y me espanté con la inmensa diferencia entre mi propuesta y la mentalidad reinante de las empresas. Aún así, es posible ser un esencialista en un ambiente no esencialista aunque es un proceso que demanda tiempo y paciencia.
E: ¿Cómo funciona este proceso?
G. Mc: Antes de todo, es necesario cambiar su propia mentalidad. Después de un largo proceso de búsqueda, cuando usted finalmente descubre lo que es esencial y trae valor para su trabajo, entonces se tornará apto para negociar con su jefe, con su CEO, hasta con su suegra.
Cuando usted sabe que es lo esencial, conquista el derecho de rechazar tareas irrelevantes. De forma educada, claro, pero firme. No se debe decir simplemente: “No, no voy a hacer eso”. Es mejor decir: “Esta tarea que me pasó es interesante, pero creo que este camino puede traer más resultado”. Antes de negociar, usted necesita saber, con propiedad lo que es esencial. Tener claridad trae un gran empoderamiento.
E: ¿Cómo saber qué es lo esencial?
G. Mc: Usted necesita revisar toda su vida, desde el inicio, pensar en el legado de sus abuelos, de sus padres. Del día que nació hasta hoy, ¿cuándo la vida fue buena? ¿Cuándo la vida fue mala? ¿Cuáles son sus objetivos a largo plazo? ¿Cómo quiere que sus nietos se acuerden de usted? Pensar con una perspectiva larga, tanto en dirección al pasado como en el futuro, es el secreto para percibir lo esencial. Ese distanciamiento de mirar es lo que está por detrás del pensamiento esencialista. Quien no tiene esa mentalidad está apenas reaccionando al próximo mail que recibe, está apenas respondiendo a la agenda de otras personas.
E: La filosofía del esencialismo también es válida en tiempos más vulnerables, como los de una crisis económica?
G. Mc: Si usted tiene miedo de que lo despidan, realmente es una estrategia arriesgada para tiempos difíciles. Pero sólo si la ejecuta mal. Si hace las cosas de la manera correcta, puede tener una gran ventaja profesional en cualquier ambiente económico. La verdad, la ventaja es mayor en un ambiente de crisis.

La clave está en aprender a comunicarse con su líder. Cuando hablo con los CEOs, percibo que les gusta eso, quieren profesionales que estén pensando en formas más eficientes de llegar a un objetivo.

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