miércoles, 1 de junio de 2016

Salud con cosas: Profesionalizacion del directivo sanitario: esperando un milagro

Hace unos días reflexionaba tanto en este blog como en Bitácora Enfermera www.bitacoraenfermera.org sobre la necesidad de la profesionalización de los gestores:


DEFINICIÓN DEPROFESIONALIZACIÓN

Se conoce como profesionalización al proceso y al resultado de profesionalizar (convertir una actividad o una afición en una profesión). Por ejemplo: “La profesionalización del equipo se desarrolló de manera paulatina”“Es imprescindible lograr la profesionalización de los dirigentes: un negocio tan grande no puede ser manejado por improvisados”“El gobierno trabajará por la profesionalización de la actividad turística en el pueblo”.


El gestor sanitario actual ha de ser un líder de su centro, unidad o servicio, entendiéndose LIDERAZGO en mayúsculas, ha de ser ese espejo en que cualquiera de los profesionales de la organización se sientan reflejados, con confianza en sus acciones directivas, motivador y siempre dispuesto a iniciar (o en su defecto escuchar) acciones de mejora que surjan desde los mandos intermedios o cualquiera de los profesionales de su división.

El liderazgo es el conjunto de habilidades directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas y/o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos”.
No es tarea fácil lograr ser un líder formal de un grupo, aquí es donde tendríamos que ver las diferencias entre líder y jefe, con sus diferentes connotaciones, al jefe se le obedece por obligación, por el mero hecho de ser jefe, y al líder se le sigue por convencimiento personal, el líder convence, motiva y estimula a la consecución de objetivos.
Al líder, el poder se lo da la gente (sus seguidores), mientras que el jefe impone su autoridad; independientemente de las preferencias del grupo que dirige”.
Conseguir ser el líder de una organización no es tarea sencilla, ya que ha de saber demostrar a sus subordinados que es líder a base de empatía, convencimiento, saber estar, guía en todo momento, no sin perder de vista su lugar en la organización. Ser líder no está al alcance de cualquiera, ya que para ello se requieren unas características diríamos innatas: carisma, organizador, visionario, comunicador, entusiasta, resolutivo, creativo, organizador, negociador y sobretodo honesto.
Algunas de estas características pueden aprenderse y/o mejorarse, ¿cómo? Pues con formación de calidad orientada a la gestión, ya que todo gestor sanitario debe estar capacitado y acreditado con actividades formativas donde mejorará sin duda, sus actitudes, coaching, role-playing, simulaciones, comunicación… son muchas de las disciplinas donde progresará el gestor, con el objetivo de mejora de sus características en la búsqueda de convertirse en líder.
Gestor de enfermería
  • Director
  • Coordinador
  • Adjunto
  • Jefe de Bloque
  • Supervisora
 ¿Cómo profesionalizar a los gestores de enfermería?, en mi opinión con el trabajo diario, sometiéndose a la evaluación continuada tanto por sus iguales, por sus superiores y también por sus subordinados, no hay nada a temer, un buen gestor superará las dificultades, porqué estará preparado para afrontarlas, una preparación basada en formación, dedicación, búsqueda de mejora personal, intercambio de experiencias, benchmarking, y visión estratégica. La agrupación de profesionales con metas comunes es también una importante línea de mejora con la finalidad de aprender, desarrollar nuevas aptitudes, conocer otras opciones, tener la mente abierta con un objetivo: mejorar la gestión del centro y de sus profesionales.
Hoy por enfermería tiene grandes profesionales en el mundo de la gestión, ocupando puestos de enorme responsabilidad ya no solo en el ámbito asistencial, sino a niveles superiores: consejerías autonómicas, delegados de salud, gerentes… La profesionalización es un hecho y el liderazgo de algunos de ellos incontestable, motivo de satisfacción por el desarrollo de nuestra profesión y de nuestros gestores.
¿Estamos dispuestos a ello?
¿Líderes o jefes?
¿Formación o experiencia?
Viene a colación del artículo de Miguel Angel Máñez en su blog Salud con Cosas, que me permito reproducir aquí para complementar mis reflexiones, y que sirva de debate entre los lectores del blog


Salud con cosas: Profesionalización del directivo sanitario: esperando un milagro
http://saludconcosas.blogspot.com.es/2016/05/profesionalizacion-del-directivo.html 


Algunas reflexiones sobre la tan cacareada profesionalización de los directivos:



1. La objetividad en la selección del directivo es mas cuestión de actitud que de procedimiento. Los procedimientos suelen tener siempre un poso de arbitrariedad (incluso los más transparentes), por ello los valores de ser justos y elegir al mejor son la única garantía real. Suena duro pero es así...



2. Si queremos ver fantasmas, es fácil encontrarlos. Gracias a teorías como la de los 6 grados de separación, todo futuro directivo podría estar relacionado directamente con cualquier partido político. Es necesario saber separar estas relaciones de otras relaciones mássospechosas.

3. Por supuesto hay que hablar de la acreditación de los "directivos pata negra". Algunas sociedades y colectivos parece que se estén poniendo en la línea de salida para erigirse como acreditadores únicos de los nuevos directivos y de su valía. ¿Quien acredita al acreditador?

4. Todos quieren un máster. Si hasta hace 3 años era difícil encontrar más de tres o cuatro programas master sobre gestión sanitaria, ahora la oferta es infinita. Masters de todo tipo, online, presencial, mas prácticos, mas teóricos, con programas buenos y malos. Nadie evalúa estos programas y después se nota, y mucho. ¿Vale cualquier programa de formación? ¿Por qué no establecer unos mínimos?

5. ¿Donde está el recambio? Hace años en Diario Médico se publicó un artículo sobre la regeneración de la función directiva: nuevas caras, nuevos valores, etc. Y sin embargo, apenas se aprecia en el día a día. 

6. Las ultimas elecciones no han favorecido precisamente la profesionalización de la gestión. Donde ha habido cambio político, en algunos casos se ha dado un paso atrás colocando a amiguetes, devolviendo favores, nombrando a políticos locales, etc. Y donde todo ha seguido igual, el recambio ha sido mínimo: mismas caras, mismos gestos, mismas inercias. Una oportunidad perdida.

7. Hay un asunto por resolver: la carrera del directivo. ¿Qué hacemos con los directivos que tras 25 años dirigiendo hospitales públicos vuelven a la casilla de salida sin trabajo? Si son funcionarios con plaza pueden volver a su puesto de origen, pero hay otros muchos sin plaza en el sistema que se quedarían en el aire (o en su casa). ¿Aprovechamos su experiencia o pasan al limbo? ¿La experiencia implica siempre sabiduría? Sea como sea, es un problema a tener en cuenta. Pero no debe ser un obstáculo para cambiar directivos cuando sea necesario.

8. Tanta formación y acreditación debe ir acompañada por un desarrollo riguroso del puesto: autonomía de gestión, poder elaborar planes a más de 4 años, estar libre de injerencias políticas en el día a día, etc. Una cosa sin la otra no tiene sentido.



http://saludconcosas.blogspot.com.es/2016/05/profesionalizacion-del-directivo.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario