Con ilusión recibo el encargo de colaborar en Bitácora Enfermera hablando de gestión, no deja de ser un altavoz para emitir mis ideas, mis experiencias y mi visión personal de la gestión, no pretendo nada más que trasmitir pensamientos que sirvan de debate y abrir posibilidades de nuevas propuestas e ideas. Gracias por contar conmigo.
Mi primera colaboración es: La profesionalización de los gestores de enfermería: de la jefatura al liderazgo. Para acceder al artículo en su versión original clic sobre la foto:
Para mi primer post en Bitácora Enfermera voy a plantear un tema que día a día va cobrando más actualidad, la profesionalización de los gestores de enfermería. La sanidad cada vez es un terreno más exigente, más competitivo, vemos avances tecnológicos, de tratamiento, de cuidados que nos sorprenden de manera muy positiva, pero también vemos que el mundo de la salud tiene muchas cosas por mejorar, y de estar mejoras somos responsables en gran parte todos, ya que los avances, el participar y potenciar la evolución es una pieza básica de nuestro rol dentro del sistema.
El gestor sanitario actual ha de ser un líder de su centro, unidad o servicio, entendiéndose LIDERAZGO en mayúsculas, ha de ser ese espejo en que cualquiera de los profesionales de la organización se sientan reflejados, con confianza en sus acciones directivas, motivador y siempre dispuesto a iniciar (o en su defecto escuchar) acciones de mejora que surjan desde los mandos intermedios o cualquiera de los profesionales de su división.
El liderazgo es el conjunto de habilidades directivas que un individuo tiene para influir en la forma de ser o actuar de las personas y/o en un grupo de trabajo determinado, haciendo que este equipo trabaje con entusiasmo hacia el logro de sus metas y objetivos”.
No es tarea fácil lograr ser un líder formal de un grupo, aquí es donde tendríamos que ver las diferencias entre líder y jefe, con sus diferentes connotaciones, al jefe se le obedece por obligación, por el mero hecho de ser jefe, y al líder se le sigue por convencimiento personal, el líder convence, motiva y estimula a la consecución de objetivos.
Al líder, el poder se lo da la gente (sus seguidores), mientras que el jefe impone su autoridad; independientemente de las preferencias del grupo que dirige”.
Conseguir ser el líder de una organización no es tarea sencilla, ya que ha de saber demostrar a sus subordinados que es líder a base de empatía, convencimiento, saber estar, guía en todo momento, no sin perder de vista su lugar en la organización. Ser líder no está al alcance de cualquiera, ya que para ello se requieren unas características diríamos innatas: carisma, organizador, visionario, comunicador, entusiasta, resolutivo, creativo, organizador, negociador y sobretodo honesto.
Algunas de estas características pueden aprenderse y/o mejorarse, ¿cómo? Pues con formación de calidad orientada a la gestión, ya que todo gestor sanitario debe estar capacitado y acreditado con actividades formativas donde mejorará sin duda, sus actitudes, coaching, role-playing, simulaciones, comunicación… son muchas de las disciplinas donde progresará el gestor, con el objetivo de mejora de sus características en la búsqueda de convertirse en líder.
Gestor de enfermería
- Director
- Coordinador
- Adjunto
- Jefe de Bloque
- Supervisora
- …
¿Cómo profesionalizar a los gestores de enfermería?, en mi opinión con el trabajo diario, sometiéndose a la evaluación continuada tanto por sus iguales, por sus superiores y también por sus subordinados, no hay nada a temer, un buen gestor superará las dificultades, porqué estará preparado para afrontarlas, una preparación basada en formación, dedicación, búsqueda de mejora personal, intercambio de experiencias, benchmarking, y visión estratégica. La agrupación de profesionales con metas comunes es también una importante línea de mejora con la finalidad de aprender, desarrollar nuevas aptitudes, conocer otras opciones, tener la mente abierta con un objetivo: mejorar la gestión del centro y de sus profesionales.
Hoy por enfermería tiene grandes profesionales en el mundo de la gestión, ocupando puestos de enorme responsabilidad ya no solo en el ámbito asistencial, sino a niveles superiores: consejerías autonómicas, delegados de salud, gerentes… La profesionalización es un hecho y el liderazgo de algunos de ellos incontestable, motivo de satisfacción por el desarrollo de nuestra profesión y de nuestros gestores.
¿Estamos dispuestos a ello?
¿Líderes o jefes?
¿Formación o experiencia?
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